Uno de los Jordis ya acepta ser llamado Jorgito en prisión

Los Jordis en prisión

Los Jordis ya no son los Jordis. Jordi Sànchez Picanyol, presidente de la Asamblea Nacional Catalana, ya ha aceptado que el resto de los presos de Soto del Real le llamen Jorgito.

El otro Jordi, Cuixart, líder de Òmnium Cultural, todavía no, si bien es cierto que él todavía no ha querido ducharse desde que ingresó en la cárcel el pasado día 16 por un delito de sedición, al igual que su compañero.

Tras denunciar haber sido torturados varias veces con canciones de Camela, los independentistas han tenido que comer cocido madrileño mientras los reos de su módulo tarareaban el himno nacional de España.

Tal es su angustia vital que han pedido a sus abogados que cursen la solicitud de ser trasladados a una cárcel de Cataluña, algo que tiene tantos visos de prosperar como la República Independiente de Catalunya.

Mientras tanto, los miembros de la CUP siguen maniobrando para lograr su salida de prisión.

Después de que su petición al pueblo catalán para que sacaran sus ahorros de los bancos triunfara menos que una colonia con su nombre, la diputada Anna Gabriel, cabeza visible (nunca mejor dicho) de esta formación política, se ha visto del tirón la serie «Prison Break» y, emulando al protagonista, se ha tatuado por todo el cuerpo los planos de Soto del Real para intentar sacar a los líderes secesionistas de su cautiverio.

Anna Gabriel quiere liberar a los Jordis
Anna Gabriel quiere liberar a los Jordis

Mientras todo esto ocurre, la ANC y Òmnium Cultural han informado de que los Jordis serán expulsados de sus formaciones por haber faltado al pago de la cuota de este mes.

Por otro lado, el Senado, la segunda cámara más inútil después de las de hacer foto con carrete, prepara el ring para el posible combate cuerpo a cuerpo del presidente del Gobierno Mariano Rajoy y el declarador de independencias Carles Puigdemont.

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