«Es un crack dentro y fuera de las pistas». Estas palabras no dejan de salir de boca de los alicantinos tras conocerse que el tenista Rafa Nadal ha ofrecido su ayuda para resolver el conflicto de la Santa Faz.
El mejor deportista español de todos los tiempos siempre se ha caracterizado por su compromiso para con los demás y por no escatimar esfuerzos a la hora de ayudar en causas nobles, como vimos recientemente al implicarse en las tareas de limpieza tras las riadas en Mallorca.
Fiel a su manera de ser y pensar, el mallorquín ha decidido colgar la raqueta durante un tiempo y enfundarse el hábito religioso para completar el cupo de 5 monjas que necesita el monasterio alicantino de Santa Faz para cumplir con la normativa del Vaticano y evitar su cierre.
La incorporación de Nadal ha otorgado una trascendencia mundial al problema que se vive estos días en Alicante y ha obligado a la cúpula de la Iglesia Católica a mover ficha. «Ahora la pelota está en su pista», ha dicho el tenista con el mejor servicio del mundo a la comunidad.
No han faltado, como es habitual, las voces críticas con Nadal, que en esta ocasión le acusan de «oportunista» al buscar en la clausura junto a las monjas Clarisas «un tiempo de relax espiritual y de recuperación física».
Desde el Obispado en un primer momento se negaron categóricamente a la entrada de Nadal al convento, pero después han hecho cálculos de los ingresos que ello podría suponer y han aceptado «de manera excepcional y en atención a sus grandes valores cristianos».
No en vano, una fuente cercana al Vaticano (parece ser que la Fontana di Trevi) sostiene que el Papa podría dar la orden de iniciar en breve el proceso de beatificación del tenista de Manacor.
Tras conocerse la llegada del futurible San Rafael Nadal a Alicante se ha multiplicado por 3.000 la cifra de seminaristas y feligresas que se han apuntado a la lista de vigilia para velar a la Santa Faz.
Todas las toallas donde se seque el deportista durante su estancia en Alicante se conservarán en el Camarín, si es que aparecen las llaves que permiten su apertura.