El Sindicato Profesional de Voces de GPS (SPV-GPS) ha manifestado públicamente su más enérgica protesta por los continuos vaivenes en los nombres de algunas calles de Alicante, que ya se ha saldado con un coche calcinado al arder el aparato de tanto pensar.
La portavoz sindical Sirianda Perdía ha declarado que «estamos un poco hasta los huevos y en la siguiente rotonda tome la tercera salida».
«Es que esto no puede ser, nosotros queremos estar actualizadas, pero no podemos andar haciendo cambios cada dos por tres, hombre. Un poco de comprensión y a 300 metros gire a la derecha, por favor, que bastante tenemos con aprender a pronunciarlas en valenciano y que en algunos carteles falten hasta letras por culpa del ansia. Siga recto y en 10 metros ha llegado a su destino, creo…», señaló Perdía.
El SPV-GPS ha llegado incluso a barajar la posibilidad de preguntar antes al conductor a quién vota, y en función del partido que sea, llamar a las calles conflictivas con uno u otro nombre.
Foto: Rafa Arjones (Diario Información).
Por su parte, atendiendo a las reivindicaciones del SPV-GPS, el alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, cansado de que sus socios de gobierno se hagan los remolones con el auto judicial que les obliga a volver a colocar las placas franquistas que habían retirado antes de tiempo por ansias, ha querido zanjar el tema y va a promulgar un decreto para que las repongan.
Las presiones son constantes. También Google ha enviado una carta al Ayuntamiento lamentando tener que sacar el coche de Street View del garaje, al que encima casi no le queda gasofa, para volver a fotografiar las 46 calles comunistas/franquistas de la ciudad.