Los balcones de los hoteles de Benidorm rebajarán la altura de sus barandillas. Esta es la última medida adoptada por el sector para intentar convencer al Reino Unido de que active antes de finales del mes de julio el semáforo verde para la Costa Blanca como destino seguro.
El gobierno de Boris Johnson no se ha despeinado y descarta abrir las fronteras con la Comunidad Valenciana a partir del 28 de junio, en lo que ha supuesto un duro golpe para las aspiraciones del sector turístico.
En un último intento por tratar de convencer a los británicos, los hoteleros han anunciado una sustancial rebaja de la altura de las barandillas y muretes de sus balcones y terrazas con el objetivo de facilitarles así la que, junto a la desenfrenada ingesta de alcohol, es su actividad favorita cuando nos visitan: el balconing.
De este modo, las barandillas de los balcones de Benidorm pasarán de los 1,05 metros reglamentarios a tan solo 75 centímetros. Las funerarias de la zona ya se están frotando las manos.
En este vídeo puedes ver a una serie de aspirantes a parapléjicos (en el mejor de los casos):
«No deja de ser curioso que tengan tanto miedo al coronavirus y tan poco a los comas etílicos y a los saltos a la piscina, o de balcón a balcón, desde varios pisos de altura. Pero, bueno, son sus costumbres y hay que respetarlas«, ha señalado un portavoz de los hoteleros.
«Da el salto a Benidorm» es el lema escogido para promocionar esta campaña destinada a que los propios turistas británicos presionen a su gobierno con el objetivo de que les dejen venir a la Costa Blanca.
Los hoteleros también prevén cerrar un acuerdo con Aqualandia para que estos turistas británicos puedan practicar los saltos al vacío en Verti-Go, que con 33 metros es el tobogán cápsula más alto del mundo.
También pueden disfrutar, tanto los turistas extranjeros como los nacionales, de la reapertura del resort del Apartotel Magic Tropical Splash en Finestrat, que vuelve con una oferta muy especial con estancia de 2 niños gratis:
