Los dos acusados de haber descuartizado y quemado el cuerpo de un hombre en Fontcalent compraron una radial cinco días antes de ser localizado el torso calcinado.
A tenor de las imágenes de la mujer y el hombre detenidos, los dos usaron la herramienta para peinarse y cortarse el pelo, respectivamente.
Una vez ejecutada tan delicada tarea, dedujeron con suma inteligencia, la misma que transmiten sus rostros, que la radial podría ayudarles en la labor de hacer desaparecer el cadáver del hombre al que supuestamente habían matado.
Ante el juez, tanto el hombre como la mujer detenidos, permanecieron en silencio, por lo que cabe la posibilidad de que la radial se les fuera de las manos durante el peinado y les cortara la lengua.
Una pena no poder escuchar su explicación de por qué consideraron buena idea dejar un torso humeante en mitad de un paraje transitado como forma de hacer desaparecer los restos de la víctima.