¿Quién dijo que la política era aburrida? De eso nada. Si alguien pensaba que con la renuncia de Sonia Castedo los plenos de Alicante iban a dejar de resultar divertidos (quién no recuerda su «Manolete, Manolete» o su «Esta muerta viviente huele mejor que usted») estaba bien equivocado.
Los plenos municipales que resulten aburridos permitirán el lanzamiento de pompas de jabón. Así se ha aprobado hoy precisamente en una sesión bastante coñazo, con los votos a favor del tripartito, la abstención de los no adscritos y Ciudadanos (menos el edil Juan Francisco Escudero, al que le chiflan las pompitas y rompió la disciplina de su grupo) y, para variar y como era de esperar, la oposición del PP.
A partir de ahora, los ciudadanos que acudan a los plenos serán obsequiados con un bote para hacer pompas de jabón cuando consideren que los asuntos abordados se eternizan, que el orden del día les hace bostezar o cuando no haya ninguna pelea dialéctica.
La única norma es que está prohibido soplar las pompas cuando se vota, ya que no habría manera de saber si los ediles están intentado explotar las burbujas o ejerciendo el sufragio, como ocurrió durante la prueba piloto realizada ayer, momento al que pertenece la imagen que precede a estas líneas.
El alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, considera que se trata de una iniciativa «muy original, novedosa y muy económica» que contribuirá al «buen rollo entre los distintos grupos municipales, que falta nos hace, además de que evitará más de una cabezadita por el sopor cuando la cosa se alarga más de lo normal».
«Vamos a empezar con esto, y si tiene buena aceptación no descartamos una fiesta de la espuma en verano en el Salón Azul», avanzó el primer edil, quien tuvo que frenar el entusiasmo de algunos de sus compañeros y socios, que sugirieron la posibilidad de poner reguetón por hilo musical en los recesos.
Fotomontaje de uno de los plenos aburridos en Alicante a partir de una foto original de ABC.es