Desde mediados de diciembre que llevan tratando de verse. El presidente de la Diputación, César Sánchez, ya ha abortado dos veces la cita prevista con la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra.
Que si tengo dos plenos en un mismo día, que si tengo que ir a la pelu antes del Congreso del PP…
Y a todo esto la pobre Mónica dando facilidades. Que si ven a Valencia, que si puedo cualquier día de la semana menos los viernes, que me hago las uñas.
Y nada, que no había manera. Hasta que a un asesor bien pagado -valga la redundancia- del dirigente popular se le encendió la bombilla y decidió que ambos políticos se citaran a través de Badoo. «Es que ahí no falla», dijo exultante de felicidad tras su idea.
De este modo, Sánchez se creó una cuenta en la red social de amistad y folleteo y le envió una solicitud de lo primero a Oltra, que aceptó gustosa. Tras chatear un rato, en el que hablaron de sus cosas, de lo divino -más él- y lo humano -más ella-, finalmente decidieron fijar fecha para la eterna cita que nunca se produce.
Así que a la tercera quizá llegue la vencida. Han quedado, en principio, para el próximo día 27. De celebrarse el ansiado cara a cara, ambos tratarían de suavizar las tensiones entre las administraciones que representan.
Fuentes insolventes han informado de que la cita tendría lugar en un restaurante que sirve tanto carne como pescado y cuyo nombre contiene tanto palabras en valenciano, como en castellano. Estaría, según las mismas fuentes, situado entre Calpe y la capital del Turia.
Para reconocerse, César Sánchez había pensado ponerse una rosa en el ojal (de la chaqueta), pero descartó la idea por sus connotaciones socialistas, por lo que finalmente llevará un muñeco de peluche de un charrán, que no gaviota.
Por su parte, Mònica Oltra, cada día más irreconocible (para bien), sacará de su armario alguna camiseta reivindicativa de las suyas, aunque elegirá de las menos ofensivas contra el PP para no espantar de primeras a Sánchez.
Los paparazzi ya están tratando de averiguar el nombre del restaurante para montar guardia y obtener la imagen del encuentro. La mayor expectación está, no obstante, en el momento de la despedida, por ver si hay o no hay beso en la primera cita.
Foto original de César Sánchez y Mònica Oltra: David Revenga (Diario Información)