Un ciudadano de Pinoso fue hospitalizado ayer con quemaduras de primer grado en toda la cavidad oral, especialmente en la lengua, después de haber pedido en un restaurante «un agua del tiempo».
El suceso tuvo lugar al mediodía en un establecimiento oriental especializado en comidas picantes. La víctima, un hombre de 42 años con afición por este tipo de alimentos, acudió a este local para comer y pidió el menú más potente.
Su paladar, habituado a este tipo de pruebas, sobrevivió sin problemas a dos platos que figuran entre las comidas más picantes del mundo: el Kimchi jjigae, originario de Corea del Sur, y el Huo Guo, conocido como la olla caliente o caldero mongol.
Al contrario que la mayoría de clientes, nuestro protagonista no se vio obligado a pedir pan para aplacar el fuego en la boca con las migas.
El problema, sorprendentemente, le vino al pedir algo de beber. Solicitó al camarero una botella de agua «del tiempo». Le fue servida en un vaso y, confiado, se pegó un generoso trago de golpe.
Fue en ese momento cuando el interior de su boca literalmente ardió. Tal fue la quemazón en la lengua que para intentar mitigarla se metió varias cucharadas de los platos que tenía sobre la mesa, que no lograron calmarle.
Ante la sensación de ahogo, el hombre reclamó al personal del restaurante como pudo, apenas sin articular palabra, que llamaran a una ambulancia.
Una vez fue atendido en el hospital, los médicos constataron que las quemaduras se habían producido al ingerir un líquido en plena ebullición.
El dueño del restaurante, detenido tras el suceso al sospecharse en un primer momento que le había servido algún tipo de sustancia abrasiva, fue puesto en libertad al confirmarse que era simplemente agua del tiempo colocada en un almacén al sol.
Pinoso registró ese día altas temperaturas, superiores a los 34 grados en la sombra y con aire acondicionado a tope, y la sensación térmica fue próxima a los 45.