El Ayuntamiento de Alicante ha emitido hoy un edicto con carácter de urgencia en el que se declara la prohibición de usar paraguas puestos del revés para recoger caramelos y regalos durante la Cabalgata de los Reyes Magos.
Este bando de última hora otorga a la Policía Local la potestad de requisar los bienes almacenados en los paraguas invertidos y, en caso de desobedencia y reiteración, a sancionar incluso a los usuarios de los mismos con multas económicas que podrían rondar los 300 euros.
Este mandato municipal quiere poner coto, sobre todo, a la oligarquía de las señoras mayores sin nietos y con el azúcar alto que, copando posiciones prioritarias a golpe de codazo, luchan encarnizadamente con todo el mundo, niños incluidos, por hacer acopio del mayor número de golosinas posibles.
Desde el Ayuntamiento y desde el sentido común (no tan común como debiera) se recuerda que es una tarde-noche especialmente dedicada a los más pequeños y ellos deben ser los beneficiarios de los obsequios que se lanzan desde las carrozas, y no las carrozas.
Alicante se suma así a otros municipios como Salamanca donde tampoco se permiten los paraguas colocados del revés.
La Concejalía de Seguridad confía en que este año se produzcan menos peleas paternas que en anteriores ocasiones en la batalla por cazar dulces y baratijas volantes, así como menos heridos por el lanzamiento de los mismos.
