La feligresa asiática que recibió el día de Nochevieja en la plaza de San Pedro un manotazo del Papa Francisco le llamó antes «caranchoa» como en su día hiciera el bromista alicantino Mr. Gran Bomba con aquel repartidor y similar resultado.
Así lo ha podido confirmar Viscalacant tras pedir a Xiong Zhong, dueño del Bazar Choni, que tradujera las palabras que la mujer dijo al pontífice instantes antes de que éste desplegara la ira de Dios sobre su oriental manita.
«A ver si me aclaro, Caranchoa, ¿estamos ahora mismo en qué parte, más o menos?», fue literalmente lo que la mujer le dijo en chino mandarín al Papa antes de lograr cogerle la mano y atraerle a la fuerza hacia ella.
El argentino, que sabe idiomas, captó lo que la feligresa le había espetado y, ni corto ni perezoso, le contestó «¡si te meto una hostia!», tras lo cual le propinó un manotazo antes de irse con la cara de Tomás Roncero cuando pierde el Real Madrid y farfullando que no le daba una paliza porque estaba trabajando.
«La salvación para la humanidad vino del cuerpo de una mujer: de cómo tratamos el cuerpo de la mujer comprendemos nuestro nivel de humanidad», había dicho durante la misa previa. Un día después se marcó un Juan Carlos: «Lo siento, me he equivocado, no volverá a ocurrir».