La Universidad de Indiana (Estados Unidos) se ha interesado por el extraño caso de un alcoyano que asegura tener un orgasmo al defecar.
Debby Herbenick, una prestigiosa investigadora del Center for Sexual Health Promotion de la citada universidad norteamericana, tuvo conocimiento del caso de Julio T. M., de 34 años y nacido en Alcoy pero residente desde 2016 en Baltimore (Maryland), gracias a un artículo sobre su «dolencia» en The Lancet, una revista internacional de neurociencia.
Según relató el afectado a esta publicación, cada vez que acude al baño a realizar sus necesidades fisiológicas experimenta una sensación de placer sexual que acaba en orgasmo. «Lo cuentas y la gente se ríe, creen que estás de broma, pero no tiene nada de gracioso y te condiciona la vida», afirma Julio, de profesión conductor de limusinas.
Los médicos a los que ha recurrido hasta la fecha apuntan que la dilatación del ano en el momento de la expulsión de las heces podría ser la causante de los éxtasis que padece. Una hipótesis que, sin embargo, no acaba de convencer al propio paciente y que tampoco comparten otros profesionales, algunos de los cuales sugieren un origen psicológico del problema.
Herbenick, en su primera aproximación al caso, se inclina a compartir la teoría del gastroenterólogo de la Universidad de Princeton Anis Sheth, quien sostiene que se debe al nervio vago, que comunica el cerebro con el intestino y cuando está relajado puede producir sensaciones de placer.
A falta de las pruebas fisiológicas que prevé realizar al paciente español, Herbenick cree que se trataría de un caso de síncope defecatorio, cuyos síntomas son equiparables a los de un orgasmo y, por tanto, susceptibles de ser confundidos con el mismo.
El afectado confía en que la experta estadounidense encuentre la explicación definitiva y, sobre todo, una solución para su afección porque, en sus propias palabras, «el problema de esto es que, además de que tengo una vida sexual de mierda, cuando estoy un par de días estreñido, voy que me follo encima».