A lo largo de nuestra vida laboral, la gran mayoría de nosotros hemos soñado con ser nuestros propios jefes y tener nuestra propia empresa. Muchos emprendedores lo han conseguido, pero otros han fracasado en su empeño, algunas veces se ha debido a que han visto que ser autónomo era más difícil de lo que pensaban. Para todos aquellos que estáis pensando en crear vuestra propia empresa, os conviene leer los siguientes consejos.
Si para montar tu empresa necesitas adquirir equipos nuevos o maquinaria, lo primero de todo es desarrollar una buena estrategia. Antes de comprar nada, te conviene echar un vistazo a un buen simulador de leasing. Es mejor adquirir los equipos por leasing, puesto que inviertes menos cantidad de dinero que si lo compras todo nuevo. Ten en cuenta que a la hora de facturar tus productos o servicios a los clientes tendrás que incluir los gastos de luz, impuestos y desgaste de equipos, al margen de tu mano de obra.
Conforme vayas ganando clientela, tendrás que ir escalando los precios para que tu negocio sea sostenible.
Cambia el chip
Ser autónomo supone un absoluto cambio de mentalidad. Habrá meses donde tengas una buena facturación y otros en los que no. Por este motivo, tendrás que saber no solo vender bien tus productos o servicios, sino que además tendrás que saber negociar con los clientes. Cuando se crea una start up uno se tiene que hacer cargo de todo: producción, marketing, ventas, contabilidad etc. Conforme veas que tu negocio genera beneficios, lo más inteligente es ir invirtiendo tanto en medios físicos como humanos. No tienes por qué trabajar en todo, puedes contratar personal externo, freelance, que realice determinadas tareas por ti.
Para ser un autónomo de éxito conviene ofrece a tus clientes varios productos o servicios. Apuesta e invierte más dinero en marketing, en aquellos bienes que ves que se venden mejor. Innova y crea nuevos productos y deja de vender los que ves que no son rentables. Un buen emprendedor es aquel que no para de crear, modificar o generar nuevos productos y servicios para atraer más clientes.
La parte negativa de ser autónomo es que nunca dejas de pensar en tu empresa. Cuando eres trabajador tienes un horario y conforme sales de trabajar puedes dedicar tu tiempo libre a lo que quieras. Cuando eres emprendedor esto no sucede, salvo que las cosas vayan muy bien, y para que eso suceda tiene que existir mucho trabajo previo. Por eso es necesario que antes de crear una empresa tengas todo esto muy presente y cambies el chip, de trabajador asalariado a jefe de tu propia empresa.
Ahora tú eres el responsable de que tu start up llegue a buen puerto, y tendrás que dedicarle muchas horas y esfuerzo para conseguir tus objetivos. Lo mejor de todo, es cuando observas que tu trabajo da resultados. Sopesa bien la cantidad de dinero que tienes que invertir para hacer que tu empresa sea una realidad y lánzate sin miedos. Solo fracasa quien no lo intenta.