«La verdad es que no teníamos ni las más mínimas ganas de pasar frío, pero fuimos a ver la nieve para no quedarnos en casa gastando luz, ahora que la factura ha subido unos pocos euros«. Es el testimonio de Agustín Beltrán, el padre de una de tantas familias alicantinas que ayer colapsaron la Carrasqueta por ese mismo motivo.
También los centros comerciales estaban ayer hasta la bandera de gente, todo con tal de no quedarse en casa enriqueciendo más al oligopolio de las eléctricas y a la espera de que Podemos ponga firme a estas empresas rodeando sus sedes cuando haga menos rasca.
En el apartado de sucesos, tres alicantinos perdieron un total de seis dedos por congelación mientras intentaban hacer un selfie en el que saliera toda la familia para el postureo en redes; dos suegras presuntamente abandonadas «por olvido» en mitad del bosque; una joven con hipotermia vaginal y anal al imitar a Cristina Pedroche; tres arruíes multados por saltarse el confinamiento perimetral y los típicos avistamientos del Yeti probados con fotos borrosas.
Reacción del Ayuntamiento de Alicante: crear un muñeco de nieve artificial de 20 metros de altura
En el Ayuntamiento de Alicante no sienta nada bien el éxodo de su población a otros municipios a la mínima oportunidad que se presenta, sobre todo en estos tiempos de pandemia.
El fallido intento de traer Ikea a Alicante era sólo para evitar que el 9 de octubre de cada año todo el mundo se vaya a Murcia, admiten fuentes municipales.
Con el fin de intentar evitar la fuga de capitales que todo desplazamiento masivo de habitantes ocasiona a la ciudad, el concejal de Récord Guinness, Manuelo Jiménez, ha anunciado que el próximo invierno Alicante contará con el muñeco de nieve artificial más grande del mundo, con una altura de 20 metros.
Como no le ha preguntado nadie aún, el edil no ha indicado cuál será su coste, pero no habrá problemas de presupuesto gracias a los recortes en Acción Social.