Una mujer de la localidad alicantina de San Vicente del Raspeig ha dañado ligeramente el tímpano del oído derecho de su nieto de 4 años al confundir el Satisfyer de su nuera con un termómetro digital.
Los hechos ocurrieron el pasado viernes por la noche cuando la abuela se quedó a cargo del niño mientras sus padres salían a cenar por su aniversario.
En torno a la medianoche, el pequeño se despertó llorando y quejándose de dolor en el oído. La abuela le puso la mano en la frente y, al notarle caliente, buscó un termómetro para comprobar si tenía fiebre.
La mujer, de 71 años, tras buscar sin éxito en los cajones del cuarto de baño, finalmente encontró en la mesilla de noche de su nuera lo que le pareció que era «uno de esos termómetros modernos que se meten en el oído», aunque se trataba de un Satisfyer, el popular succionador de clítoris.
La abuela puso el aparato en el oído del nieto y apretó el botón de encendido. En el parte de Urgencias, al que ha tenido acceso este medio, figura que la mujer pensó que la vibración «era algo nuevo de estos aparatejos», por lo que lo decidió mantenerlo con presión sobre la oreja del pequeño «hasta que pitara».
Los lloros del niño hicieron que la mujer cejara en el empeño y decidiera pedir un taxi para llevarlo al hospital de San Vicente, adonde llevó consigo el «termómetro digital» para que, de paso, le explicaran cómo funcionaba.
Diez minutos después de su llegada al centro sanitario acudieron al lugar raudos y veloces los padres, a los que había avisado por teléfono de que el niño estaba malo y lo llevaba a Urgencias.
El personal del centro devolvió a la madre el Satisfyer, no sin antes explicarle la confusión de su suegra, quien había «succionado» el tímpano del nieto.
Afortunadamente, el pequeño, que sufría una otitis agudizada por las vibraciones del juguete sexual, se recuperó sin mayores consecuencias. Al igual que la abuela del susto y la madre del sofoco que pasó en el hospital.