A la mayoría de los alicantinos no les gusta sacar la basura en las horas estipuladas y prefiere hacerlo cuando pueden ser multados.
Así de categórico lo refleja un informe realizado por el Instituto Rubissh Garbage Trash, según el cual el 85,4% de los habitantes de la capital de la provincia admite sacar la basura a horas indebidas.
Entre las excusas más citadas por los encuestados figura en primer lugar la adrenalina de «sentir que se está haciendo algo malo y poder ser pillado»; el segundo puesto es porque en los horarios reglamentarios los contenedores «están hasta arriba de bolsas y sabe mal dejar la tuya en el suelo o tener que irte hasta otro»; el tercero es «que se me olvida hacerlo cuando se debe»; y el cuarto, que «a esas horas ya tengo puesto el pijama y me da pereza vestirme».
El instituto responsable del estudio, autor también de los sondeos electorales, entrevistó a un total de cuatro personas y el margen de error es +-3, por lo que desde el propio centro no tienen reparos en definir su trabajo como una basura de encuesta y viceversa.
El informe revela también el monumental enfado de los propietarios de viviendas situadas en un bajo o en un sótano, hartos ya de que siempre se diga que se va a «bajar la basura».
«Nosotros simplemente la llevamos o la sacamos, y en algunos casos la subimos«, explica Eleuterio Subiela, portavoz de este colectivo de indignados.
Entre las sugerencias recabadas a los entrevistados de la encuesta, el Rubbish Garbage Trash destaca la de eliminar las «escobillas» de los contenedores de reciclaje de plástico y papel/cartón, que hace un tiempo ocasionaron a un vecino la amputación de uno de sus brazos al quedársele atrapado mientras trataba de introducir su basura de plástico en tan estrecha ranura.
Otra de las reivindicaciones en la que coincidieron la mitad de los participantes, es decir, dos alicantinos, es la de que no hagan tanto ruido los contenedores al cerrar y que sea más cómoda su apertura.
«Cuando pisas en la palanca para que se abran, debería haber un sistema hidráulico o de polea para que se fuera cerrando poco a poco y te dé tiempo a echar bien la basura. Parecemos contorsionistas tratando de sostener el pie sobre la palanca y a la vez elevar las bolsas para introducirlas en el interior», explicaba un entrevistado.
Por último, el estudio subraya que todos los participantes que sacan sus residuos cuando les da la gana mostraron su malestar por que en sus barrios huela mal durante todo el día «con el pastón que pagamos de tasa de basuras».
El concejal de Medio Ambiente de Alicante, Víctor Domínguez, fue visto ayer tirando una copia impresa de esta encuesta en un contenedor azul.