El ex presidente de la Caja de Ahorros del Mediterráneo, Modesto Crespo, ha patentado las dietas de la CAM para monetizarlas dado su gran éxito mediático.
El hombre que presidía la caja alicantina en el momento de su nacionalización pretende así rentabilizar su fórmula para adelgazar, sobre todo los michelines y las cartucheras de los demás (zona donde van los bolsillos y carteras, para más señas).
El nutricionista y dietista francés Pierre Dukan, autor de la famosa dieta que lleva su apellido, ha confesado estar nervioso por la seria competencia que le puede plantear esta nueva fórmula de Crespo.
El primer principio de las dietas de Crespo es negar haber comido. Uno puede haberse metido entre pecho y espalda tres platos de cocido y cuatro torrijas de postre, que da igual.
«Yo no he sido, mi labor en esta comida ha sido meramente institucional» es lo debe uno afirmarse a sí mismo, explica el intrépido empresario ilicitano.
A continuación, para rebajar los efectos de las ingestas excesivas, Crespo aconseja «acompañar a las señoras a compras bolsos y zapatos«.
Bien sabido es que las mujeres cuando van de compras no van a tiro hecho. Acompañarlas en estos largos menesteres, indica Crespo, ayuda sobremanera a perder calorías.
«Billetes también», añade, por lo que vale indistintamente para que adelgacen hombres y mujeres, matiza.
Si la digestión resulta especialmente pesada, el que también fuera dirigente de IFA y COEPA, recomienda llevar a esas mismas señoras a las representaciones del Misteri d’Elx.
«Si no adelgazas, al menos te echas la siesta, que aunque la gente no lo sabe dormir quema energía«, apunta.
Crespo, que presuntamente percibió de forma ilegal 600.000 euros en concepto de dietas con la firma Tinser Cartera, participada por la CAM, espera recaudar con su rompedora fórmula de adelgazamiento dinero suficiente como para afrontar posibles multas o indemnizaciones en caso de ser condenado.
Aunque este extremo cree que no llegará porque «él no sabía nada«. Sostiene que se limitaba a firmar lo que le daban, como la Infanta Cristina.
«Hay jurisprudencia, como se ve», subraya con la misma alegría y confianza con la que muchos clientes de la extinta caja compraron preferentes y cuotas participativas.
Por no saber, no se sabe ni cómo una persona como Crespo, que presidió la Institución Ferial Alicantina, la patronal alicantina y la que era la caja de ahorros de la provincia, pudo llegar a ocupar esos puestos sin tener, como afirma él mismo, conocimiento ni preparación financiera.
Está claro que, como mínimo, hay que ser modesto.