Un ciudadano de Orihuela ha tomado hoy la decisión de dejar de fumar «de manera definitiva» al quedarse anoche sin cigarrillos y negarse en rotundo a bajar a la calle a por tabaco.
«Estamos a 42 grados a la sombra aquí en Orihuela. Hoy es de esos días en los que se produce la típica noticia de alguien que fue a por tabaco y nunca jamás volvió», explica Ceferino Guillén, el ya ex fumador después de 50 años de vicio, convencido de que es gente «que se derrite, se evapora, se vuelve humo».
Asegura que desde cumplió 16 años no ha pasado más de 24 horas sin fumar, de modo que esta forzada abstinencia le valdrá «por cojones» para abandonar el hábito.
«Paso de que me dé un golpe de calor de esos, que no está uno toda una vida cultivando un cáncer de pulmón para acabar frito por el sol», ironiza entre toses y esputos este sexagenario que vive en un séptimo sin ascensor.