Los alicantinos que están enfermos o se encuentran con algún tipo de dolencia deberán quedar desde ahora con el médico en el bar para ser atendidos presencialmente y en un plazo de tiempo razonable.
Esta es la conclusión a la que se ha llegado después de que tanto en el sistema público de salud como en la sanidad privada se esté dando cita con una demora de hasta 20 días, incluso para una consulta telefónica con el doctor.
La situación ha desarrollado un sexto sentido en los médicos especialistas en traumatología, que vía telefónica son ya capaces de diagnosticar si un paciente se ha roto algo o es simplemente un golpe sin más.
Las centralitas de los centros de salud echan humo ante la avalancha de llamadas de pacientes que, viendo que no se les coge el teléfono y tampoco lo logran con la app, acuden con enfado a unas instalaciones sanitarias donde las medidas de seguridad por el coronavirus obligan a mantener las salas de espera a un 30% de su capacidad.
Una pescadilla que se muerde la cola a la que la Conselleria de Sanidad no está sabiendo dar respuesta y que está ocasionando que los pacientes paguen injustamente su lógico enfado con el personal sanitario, que bastante tiene ya con lo que tiene…
La solución: cita médica en el bar
Los bares, recintos sagrados a los que el coronavirus no se atreve a entrar (al contrario que en los parques infantiles que algunos municipios mantienen precintados), son los lugares escogidos para que los escasos médicos en activo que quedan en agosto puedan pasar consulta presencial con las máximas garantías de seguridad.
Es más, lo podrán hacer, tanto galeno como enfermo, sin usar mascarilla, ya que cerveza en mano se crea una pantalla protectora que hace inútiles los esfuerzos del coronavirus por transmitirse.
Otra de las novedades es que las recetas se apuntarán en servilletas y quienes estén en la barra de espera podrán ir tomando cañas y tapas a precios populares.
Mientras se implanta la cita médica en el bar, Sanidad sigue haciendo oídos sordos a las reivindicaciones de los médicos residentes y continúa la huelga de los MIR. Quienes deseen apoyar sus legítimas peticiones pueden salir a aplaudir a la puerta de los bares a las 20.00 horas.