Una encuesta llevada a cabo por la empresa de la que todos se reían cuando pronosticó la victoria de Donald Trump en Estados Unidos señala que el 98% de los alicantinos considera que la EUIPO «pide una Q a gritos».
Según este sondeo, realizado sobre una muestra arbitraria de gente que entraba y salía de la horchatería Azul, Los 100 Montaditos y el D’Angelo Palace, un 0% de los encuestados acertó a decir qué es la EUIPO y mucho menos a qué responden sus siglas. De hecho, hubo quien preguntó qué son siglas.
«Lo pronuncias raro, se dice Calippo», «¿puede ser un medicamento contra el hipo?» o «me suena que es alguna banda de ésas peligrosas» fueron algunas de las respuestas más aproximadas dadas por los ciudadanos sobre la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea, cuyas iniciales en inglés dan lugar a la famosa EUIPO.
Una vez puestos al corriente, el 69% de los participantes en la encuesta aseguraron que «deberían comprar consonante y llamarle EQUIPO». «Sin la Q queda raro. Tres vocales seguidas no te las compran ni en La Ruleta de la Fortuna, por más que en ese edificio haya mucha gente que habla raro, y no es en valenciano, no», indicó una mujer.
Por otro lado, un trabajador de la EUIPO natural de la Selva Negra alemana y residente en el Raval Roig ha iniciado una recogida de firmas en Change.org para reclamar que la antigua OAMI recupere su nombre: «En Alicante lo de cambiar el nombre de las cosas no funciona casi nunca, siempre nos acabamos refiriendo a ellas por lo anterior: el antiguo hotel Palas, la antigua estación de Murcia, el antiguo Simago, El Corte Inglés de Galerías…».
«Por no hablar de las madres, que siguen diciendo que van a comprar al Pryca o al Gama», apostilló este euroworker.