Se les fue de las manos a los Erasmus de la UA. El entusiasmo con que las Hogueras de San Juan han conmemorado su 90 aniversario en la Universidad de Alicante ha acabado con la famosa escultura de «La Mano» pasto de las llamas.
La celebración fogueril en el campus de San Vicente del Raspeig, que ha contado con un desfile de novias alicantinas, charanga festera y una mascletà, entre otros actos, no podía finalizar sin una Cremà.
Fueron varios estudiantes de Erasmus de la UA, que el día anterior habían asistido sin entender ni papa a una charla de dos ex Belleas del Foc sobre las Hogueras, quienes decidieron por su cuenta prender fuego a la icónica escultura de José Díaz Azorín que preside una de las entradas del campus.
«Es tradición divertida, mí me gusta mucho quemar», declaró el estudiante coreano que se ha rebautizado a sí mismo como «señol pilotècnic» por haber prendido la traca que encendió la insospechada hoguera.
La obra escultórica titulada «Dibuixar l’espai», de más de 7 metros de altura y 5 toneladas de peso, está hecha de hormigón blanco, lo que obligó a estos estudiantes de intercambio a embadurnarla antes con gasolina para que ardiera.
La figura, donada en 1998 a la UA, fue restaurada en 2011 gracias a la Fundación Manuel Peláez, que costeó los trabajos de limpieza y reparación de los desperfectos sufridos por el paso del tiempo y por estar a la intemperie.
Tras la Cremà, la mano ahora es negra como el tizón. Operarios trabajan sin descanso para tratar de recuperar el aspecto original original de la escultura.
Algunos universitarios han manifestado que esta nueva apariencia del símbolo por excelencia del campus alicantino va más en consonancia con el futuro que les espera cuando acaben los estudios.
El presidente de la Federación, Manolo Jiménez, ha lamentado la Cremà de la mano y ha pedido a los alicantinos que no difundan el vídeo grabado por los Erasmus, que ya corre como la pólvora por las redes sociales.