Una pareja residente en La Pirámide de Alicante le pone a su hijo Faraón

La Pirámide de Alicante

Un joven matrimonio que vive en el edificio La Pirámide de Alicante ha puesto de nombre a su primer hijo Faraón, por lo que, automáticamente y pese a su corta edad, ha pasado a ser de forma vitalicia el presidente de la comunidad de vecinos.

Pepe y Manoli, que así se llaman los padres, han elegido Faraón como nombre para su primogénito porque se conocieron y se enamoraron durante un viaje a Egipto. Además, etimológicamente Faraón viene a significar algo así como «gran casa» y «le va fenomenal a nuestro hogar», afirman.

Tras varios años de noviazgo y de ahorro, estos dos alicantinos del barrio de la Goteta se casaron y se compraron una vivienda en el Edificio Montreal, situado en la Avenida de Dénia y conocido en todo Alicante y más allá de sus fronteras como «La Pirámide», por motivos obvios.

En este punto cabe apuntar que, al parecer, el arquitecto Alfonso Navarro Guzmán concibió este edificio inspirándose en la figura de un barco velero, pero pocos lo interpretaron así y desde su construcción en 1986 y hasta hoy ha sido denominado con el apodo de La Pirámide.

«Cuando sea mayor mi hijo podrá decir: ‘Me llamo Faraón y vivo en La Pirámide‘. A ver quién supera eso, ¿eh?», declara con orgullo el padre (y futura momia) ante los medios de comunicación que se han interesado por la anecdótica noticia.

La madre, por su parte, anuncia que en el futuro buscarán la parejita y, si tienen la suerte de tener una niña, «se llamará Cleopatra, como no podía ser de otra manera».

Sobre la inclusión habitual de su edificio en la lista de los más horrendos del país, estos dos residentes defienden que se trata de un inmueble «distinto, original y único, que supone un referente arquitectónico para Alicante y que tiene unas vistas extraordinarias».

«Además, desde que pusieron el centro comercial Plaza Mar 2 toda esta zona se ha revalorizado«, añade Pepe El Egipcio (como ya es conocido en La Pirámide).

«De todas formas, para edificio feo de cojones en Alicante, La Colmena«, remata, abriendo así un frente contra otra de las construcciones más singulares de la ciudad.

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