La sombra en Alicante cotiza alto. Herminio y Ramón se conocían desde hacía años. No podía decirse que fueran amigos, pero a fuerza de encontrarse a menudo en los mismos lugares habían adoptado la sana costumbre de saludarse con cordialidad.
Estos dos jubilados alicantinos, de 71 y 72 años, son hoy noticia porque se han citado este próximo martes a un duelo a muerte, como en las películas del Oeste, a consecuencia de un conflicto inaudito.
Y es que ambos reclaman la «titularidad» de un banco a la sombra en Alicante, un espacio que en los últimos tiempos se ha convertido en objeto tanto de deseo como de necesidad por parte de los cientos de pensionistas que echan la mañana en la calle.
Los dos aseguran ser los legítimos «descubridores» de tan codiciado lugar, cuya ubicación por precaución social este medio no va a desvelar para evitar que grandes masas de ciudadanos acudan en su busca.
El caso es que este pasado viernes Herminio y Ramón llegaron al alba al mismo tiempo al banco con sombra en Alicante, que por si fuera poco encima tiene vistas a un edificio en obras y, lejos de querer compartirlo, discutieron agriamente y a viva voz para ver quién lo iba a ocupar/reservar para sus respectivos amigos, menos madrugadores que ellos.
Como quiera que no alcanzaron ningún acuerdo y ese mismo día no podía llegar la sangre al río porque se habían tomado el Sintrom, quedaron en batirse en un duelo a muerte este martes.
La reacción de Bartala Sierra
Las familias de ambos septuagenarios han querido difundir públicamente este encontronazo para, por un lado, intentar evitar que la cosa llegue a mayores (nunca mejor dicho) y, por otro, para pedir al Ayuntamiento de Alicante que deje de talar árboles y así pueda haber en la ciudad espacios donde poder sentarse sin temor a sufrir una lipotimia.
El alcalde, Luis Bartala Sierra (ojo al revelador segundo apellido), ha señalado que en esta problemática «los árboles no nos dejan ver el bosque», para hacer entender a la ciudadanía que con las actuaciones que está acometiendo su gobierno municipal lo que se busca precisamente es «que Alicante haga justicia a su modelo de sol y playa».
Lo que es indudable es que, además de la mala sombra de arrancar árboles, su equipo de gobierno está plantando muchos «pinos». El mayor ejemplo lo tenemos en la avenida de la Constitución:
ACTUALIZACIÓN: los dos pensionistas fallecieron de una insolación durante su duelo bajo el sol. DEP