Chefs, gastrónomos, investigadores culinarios de medio mundo, y hasta Alberto Chicote, se hallan asombrados con la receta de paella patentada por los alumnos de la Universidad de Alicante, pioneros en cocinar este típico plato valenciano con unos ingredientes de lo más insospechados.
La celebración del Paellas Festival Alicante, que reúne cada año a decenas de miles de estudiantes (o no) de todo el país y cuya sexta edición tendrá lugar el próximo 12 de abril en los terrenos de Rabasa, será testigo una vez más de un fenómeno único en el mundo.
Hablamos de la milagrosa conversión de una botella de alcohol, dos litros de cocacola, vasos de plástico y hielo en una auténtica paella, tan original y genuina como la que sirven en la mayoría de los restaurantes de la calle Mayor de Alicante.
En el caso del citado evento, la dificultad aumenta si se tiene en cuenta que en teoría no se puede acceder al recinto con esos ingredientes. El mérito y la magia de esa receta es, por tanto, todavía mayor.
La ingesta de ese arroz tan especial y que tanto gusta al personal universitario provoca un pelín de euforia y desinhibición entre los jóvenes. Además les da mucha sed, por lo que se hinchan a beber agua y sobre todo refrescos, cuyo gas es lo que les pone a muchos malitos tras el festival.
En la imagen, unos jóvenes preparando el sofrito de la paella
