El alcalde de Alicante, Luis Barcala, quiere matar dos pájaros marrones de un tiro. Agobiado por la campaña emprendida por un colectivo de herculanos que le acusa de ser responsable de la crisis institucional que atraviesa el club blanquiazul, el mandatario ha propuesto que las mascletás en Luceros se sustituyan este año «de manera excepcional» por protestas «a grito pelao» contra Enrique Ortiz.
De esta manera, explica Barcala, «la protección del conjunto escultórico de Luceros estará garantizada, puesto que los gritos no dañarán en modo alguno la fuente». «Que la gente se descargue a placer y se deje la garganta, será una explosión de indignación y adrenalina en comunidad», señala el primer edil.
Después de que la Fiscalía haya archivado hoy la denuncia presentada por la Plataforma Salvem el Nostre Patrimoni, el dirigente popular contentará a la Generalitat Valenciana, que le dio diez días de plazo para comunicar las medidas que se iban a adoptar para impedir el deterioro del monumento por los petardos, y al mismo tiempo aplacará un poco los caldeados ánimos de la afición herculana tras el enésimo escándalo que afecta al club de sus amores.
Barcala, con el asesoramiento del siempre eficiente concejal de Fiestas, Manuelo Jiménez, ha sugerido incluso que las protestas, al igual que ocurre con las mascletás, entren a concurso. Ganará aquella que alcance el mayor número de decibelios, algo que medirá la Policía Local con unos aparatos que se compraron para Castaños y están por estrenar.
«Afició herculana, pot començar la protestá» será la frase adaptada que dará el pistoletazo de salida a cinco minutos y medio en los que los alicantinos podrán desgañitarse a gusto pidiendo la salida del Hércules CF de su máximo accionista.
«Compatibilizar las mascletás con las protestas contra Ortiz no tiene sentido porque los petardos (sin especificar a cuáles se refiere) lo eclipsarían todo», subraya el alcalde.
«Por un Hércules limpio, Enrique vete ya», «Enrique, contigo, nos hemos ido a pique», «Enrique, capullo, el Hércules no es tuyo», serán algunas de las proclamas que se escucharán a una sola voz en la plaza donde antaño el equipo alicantino festejaba sus éxitos deportivos.
«Animamos a la gente a que patalee el suelo para hacer temblar la zona como con una mascletá», apunta Jiménez, quien añade que media hora antes se tirarán tracas en las inmediaciones para que huela a pólvora y también se contratará un cañón para que lance humo al cielo y «aporte el correspondiente ambiente fogueril a la cosa». Otra cosa no, pero expertos en vender humo sobran en la ciudad.