El Ayuntamiento de Alicante pondrá también cajones protectores a los edificios de Luceros

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¡Menudas Hogueras hemos tenido en la Plaza de los Luceros! Esas mascletàs, que empezaron tiempo atrás siendo pólvora festiva, ya parecen ensayos nucleares patrocinados por Kim Jong-Un con permiso del Ayuntamiento.

Este año, los disparos pirotécnicos, diseñados con el cariño propio de un fabricante de armamento ruso, no sólo provocaron la rotura de cristales en los edificios, sino que además incendiaron una palmera.

Los caballos de la fuente ya no sabían si estaban celebrando las fiestas o en mitad de la recién iniciada tercera guerra mundial. Les pusieron los clásicos cajones protectores, sí, pero por momentos parecía que iban a hacer una mudanza al más allá escultórico.

Visto lo visto este año, en 2026 el Ayuntamiento ya ha decidido ampliar el concepto. No solo se blindarán los caballos, ¡también se colocarán cajones protectores a los inmuebles contiguos!

¿Te imaginas vivir en la Plaza de los Luceros y asomarte en junio a la ventana protegido por un búnker? «Cariño, pásame las gafas antimisiles, que creo que ya empieza la mascletà de hoy».

Y es que, ¿qué más da una mascletà si no tiene el poder destructivo suficiente para renovar las fachadas sin subvención? Porque nada grita más «fiesta popular» que terminar las fiestas con tu casa con más grietas que un mapa antiguo. O con tu mascota más de los nervios por los petardos que Pedro Sánchez leyendo el informe de la UCO.

Por si fuera poco, este año hasta una palmera se incendió. Esto nos lleva a otro anuncio histórico del Ayuntamiento: ¡palmeras con chaleco ignífugo!

La moda primavera-verano en Alicante será estilo militar: edificios blindados, palmeras con traje ignífugo y, ojo, ciudadanos con cascos y chalecos antibalas. Porque el siguiente paso lógico es protegernos también nosotros.

El año que viene veremos Luceros convertida en una especie de exhibición internacional de cajas fuertes: cada edificio con su correspondiente caparazón antibombas, las palmeras equipadas con trajes ignífugos que ni los bomberos forestales, y las fachadas con persianas de acero militar.

Imaginémonos la escena: llegando a la Plaza de los Luceros con tu familia o amigos, todos uniformados como artificieros de la OTAN, y los niños jugando felices en un refugio portátil mientras gritan: «¡Mamá, mamá, tráeme las orejeras antinucleares!».

El Ayuntamiento también prepara un kit básico de supervivencia sanjuanera: casco antimisiles, gafas antivibración, y protector auditivo de última generación. Y abanico y sombrero de paja, eso que no falte.

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