Pues un poquito alta de más sí que estaba. Astronautas de la Estación Espacial Internacional (ISS) enviaron hoy un mensaje a Cabo Cañaveral para pedir, por favor, que se contacte con el Ayuntamiento de Alicante y se solicite bajar un poco el volumen de la música que ambienta las mascletàs.
Los habitantes del centro de investigación en la órbita terrestre aseguran que los propios petardos y cohetes de la mascletà se escuchan «ligeramente», pero la letra de «Despacito» «ya nos la hemos aprendido de lo clarita que se oye la música».
Algunos alicantinos habían mostrado en las redes sociales su malestar por el excesivo volumen de la música ambiental que se pone en Luceros con motivo de las mascletàs, llegando a decir que se podía oír a kilómetros de distancia.
Muchos otros les decían que eran unos exagerados, pero la confirmación ha llegado con la petición de los habitantes de la ISS, que se encuentra a unos 400 kilómetros de altura aproximadamente de la superficie de la Tierra.
La rusa Ekaterina Somnolenko se encontraba durmiendo la siesta cuando los compases de una canción de reguetón le despertó. Tras preguntar a su compañero, el japonés Sashimi Sushi, comprobó que nadie en el ingenio espacial estaba escuchando música.
Entonces descubrieron que el ruido provenía de la Tierra, concretamente de la Península Ibérica, en cuyo sureste se podía apreciar una inmensa nube blanca fuera de lo habitual.
El estadounidense John Zuckerberry Flynn echó mano de Google y, tras medio minuto de búsqueda, pudo comprobar que se trataba de la mascletà, una costumbre típica de Alicante en fiestas.
«Aún quedan unas cuantas más», informó el de la NASA a sus compañeros, que han decidido colocarse tapones en los oídos para las próximas mascletàs.
Mientras tanto, en Alicante la empresa Gaes, compañía multinacional líder en el sector de la corrección auditiva, ha mostrado su interés en patrocinar la música de la mascletà ante la cantidad de clientela que les va a generar.