El Ayuntamiento de El Campello, a propuesta de su concejalía de Turismo, ha decidido otorgar la Medalla de Honor de la ciudad al famoso patinador del tanga por su «incuestionable promoción de la localidad» durante más de una década.
El patinador con el culo al aire forma parte indisoluble desde hace años ya no sólo del imaginario colectivo de El Campello, sino de toda la provincia de Alicante, y su popularidad local es equiparable o incluso superior a la del yacimiento arqueológico de la Illeta dels Banyets.
Al parecer este patinador, que muestras sus dotes por la playa de Muchavista en cualquier época del año, haga frío o calor, trabaja en un cuerpo de seguridad.
Eso explicaría que tanto estando de servicio como fuera de él quiera ir siempre de «uniforme«, ya que luce un moreno prácticamente integral todo el año.
Se rumorea que se trataría de un Guardia Civil, extremo no confirmado y bastante extraño, pues siempre suelen ir en pareja. También cabe la posibilidad de que su compañero no sepa patinar o tenga pudor de hacerlo en tanga.
Aquí un vídeo grabado por el youtuber Mike Power que muestra en plena acción al famoso en toda España patinador del tanga, que llegó a la terreta en el año 2009:
El diario de León «El Bierzo Digital», que copió la versión original de este artículo de broma como si fuera una noticia cierta, y aun siendo avisado por nosotros la mantiene (debe de ser que no hay en El Bierzo noticias mejores), indicaba que el patinador del tanga es berciano, concretamente de Villafranca del Bierzo, se llama Agustín y reside en Alicante.
Aunque en su momento fue el único medio, al menos que nosotros sepamos, sí hubo más de uno que también se creyó a pies juntillas que el pobre patinador del tanga estaba en busca y captura por «distraer» a las conductoras, como en su día bromeamos.
De hecho, decenas de usuarios de las redes sociales se hicieron eco de la injusticia, poniéndose de su parte y expresando su estupor y rechazo a la posibilidad de que fuera sancionado por practicar su afición llevando como única prenda un bañador tipo tanga de color negro.
Y es que habrá pocos alicantinos que no se lo hayan cruzado alguna vez, quedándose la primera vez sorprendidos por su peculiar forma de hacer deporte y broncearse al mismo tiempo.
Un ejemplo de libertad y de «me importa tres pimientos lo que la gente diga». Desde aquí nuestro aplauso.