La asociación cultural Alicante Zombi ha hecho públicas hoy las conclusiones de un estudio que sostiene que Alfonso El Sabio, que da nombre a una de las principales avenidas de la ciudad, «en realidad era un hombre más bien tirando a corto de entendederas, pero una vez supo rectificar y de ahí le quedó el calificativo».
Según esta investigación histórica, el rey que conquistó el castillo de Santa Bárbara en el año 1248 pensó en un principio subir al mismo con sus tropas por la cuesta, pero al ver las curvas y la fuerte pendiente optó por usar el ascensor situado frente a la playa del Postiguet.
Esta acertada rectificación, apuntan los autores del estudio, le valió ser denominado en lo sucesivo por los suyos como «El Sabio». Sin ese cambio de plan sobre la marcha habrían llegado arriba tan extenuados que quién sabe si así habrían logrado conquistar el castillo, cambiando en caso negativo el curso de la Historia.
Pese a su iluminada decisión, el trabajo justifica que el personaje no era muy despierto en el hecho de que no dejara en el parking de su avenida muchas de las pesadas pertenencias con las que encaró el ascenso y la toma de la fortaleza alicantina.
Tampoco cayó El Sabio, apuntan, en que aquel glorioso día era 6 de diciembre, festivo nacional, y por lo tanto podría haber aparcado sus caballos y carros en la zona azul sin tener que pagar nada.
En virtud de estas nuevas informaciones, Alicante Zombi ha anunciado que solicitará al tripartito, inmerso de pleno en el cambio de nombres de las calles de la ciudad, que modifique la placa de la citada avenida para que pase a ser de Alfonso «El Sabio de la Fortaleza». Una petición que realizan no sin temor a que, visto el tino con el que rotulan las calles, le acaben poniendo Avenida de Luis Aragonés.