Los vecinos de la Playa de San Juan pedían hace un par de días al alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, la colocación de un cartel como el de Hollywood, que se vea desde bien lejos.
Era una idea del icono turístico que buscan tener, una referencia en la que los turistas puedan fotografiarse y que dé a esta zona una identidad propia más allá de Alicante.
Pues bien, Echávarri, tras estudiar distintas posibilidades, ya les ha hecho un ofrecimiento: construir allí una réplica exacta de la Mansión Playboy.
La casa del dueño y fundador de Playboy, Hugh Hefner, adquirida el pasado año por el magnate de la alimentación Daren Metropoulos, es una de las más famosas y admiradas de California, por lo que una «hermana gemela» en Alicante sería «un reclamo de primer orden», considera el socialista.
La Mansión Playboy de Los Ángeles tiene exactamente 1.952 metros cuadrados. El primer edil alicantino busca ahora en la Playa de San Juan una parcela que pueda acoger la nueva edificación.
Fuentes municipales aseguran que Echávarri se ha puesto ya en contacto con la promotora TM, propietaria del solar del demolido hotel Sidi, para ver si en lugar de hacer una urbanización de viviendas estaría interesada en explotar la Mansión Playboy europea.
El complejo, al igual que el original, contaría con 22 habitaciones, una bodega, una sala de juegos, un zoológico, canchas de tenis, jardines, una cascada y una enorme zona de piscina que incluye una sauna, entre otras dependencias.
Los usos serían muy diversos, dado que «podría tener licencia de hotel, restaurante, zoo, complejo deportivo e incluso SPA», subraya Echávarri, quien tampoco descarta mantener el verdadero espíritu de la mansión acogiendo las características fiestas de «conejitas» y celebridades.
El propio alcalde, que en sus años mozos fue DJ, se ofrecería a pinchar música en estos eventos sociales que «sin duda, convertirían a la Playa de San Juan en un lugar de peregrinación turística de primer nivel en Europa».
Echávarri ha adelantado que, de contar la idea con el visto bueno de los vecinos, algo en lo que confía, cursaría una invitación oficial a Hugh Hefner para que estuviera el día de la inauguración. «Y alguna conejita también, si sus agendas se lo permiten», concluyó.