Los alicantinos avisan a las italianas: «El coronabicho nos la sopla. Venid»

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Los machos alfa alicantinos han demostrado, una vez más, su hospitalidad y su valentía. Pese a que Italia es uno de los países más castigados por el azote del coronavirus, los alicantinos han lanzado a través de las redes sociales un mensaje claro y directo a las ciudadanas del país transalpino: «Italianas, venid, el coronabicho nos la bufa».

«Que un simple catarrillo no nos prive de la belleza de las mujeres de Italia», expone un soltero de Alicante en un grupo de Facebook creado para hacer «amistades internacionales».

Otro miembro de esta misma comunidad afirma que «cero problema en intercambiar fluidos con ellas. Mónicas Belluccis, os esperamos con los brazos abiertos».

«Y si están contagiadas, que nos encierren juntos que ya haremos nosotros la cuarentena», apunta otro participante del citado colectivo.

La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha señalado, tras tener conocimiento de estas invitaciones, que este tipo de comportamientos machistas estarán perseguidos y castigados cuando se apruebe su ley de libertad sexual con testigos y testificales con testigos sin testículos o sin testigos testiculares. O algo así.

Las alicantinas, al contrario

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Las alicantinas cuando no miran, no miran de verdad.

Mientras tanto, las alicantinas han visto en la pandemia del coronavirus una excusa perfecta para pedir un metro de alojamiento a los italianos que las acechan en los pubs y discotecas.

Y es que, por más que el estereotipo hable de los italianos como guapos y elegantes, lo cierto es que por cada espagueti galán que responde a esas características, hay otros nueve que se parecen a Franco Battiato y son más pesados que un pleno municipal en Alicante.

Así lo aseguran también en Facebook algunas alicantinas: «Son más pegajosos que una calle llena de flores de jacaranda. Les dices que no y siguen dando la chapa, son incansablemente insistentes. Que no es no, coño, que sola y borracha quiero llegar a casa».

Un ligón italiano, que se hace llamar «Il Perseverante» y vio ese mensaje, contestó a la usuaria con un lacónico «¡Sí se puede, sí se puede!».

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