El portavoz del grupo municipal popular de Alicante, Luis Bakala, telefoneó anoche al alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, para sugerirle un cambio de última hora antes de comenzar a reponer las placas franquistas de las calles donde las habían retirado sin guardar los tiempos y las formas.
Bakala le propuso que la Plaza de la División Azul, por donde esta misma mañana comienza la tarea de reposición, pase a llamarse Plaza de la División Roja, en honor a los continuos rifirrafes entre los miembros del tripartito de izquierdas y que hoy se escenificarán en la humillante tarea para un gobierno progresista de rebautizar viales y plazas con símbolos de la dictadura.
«Mola, neng, ¿que no?», añadió gozoso el edil del PP.
La coña le ha sentado especialmente mal a Natxo Bellido, que los últimos días ha endurecido su habitual tono y abandonado sus actitudes conciliadoras hasta el punto de decir, fíjate tú, la palabra «punyetera» en plena rueda de prensa.