Tras casi cien días sin prestar servicio, el ascensor del Castillo de Santa Bárbara ha vuelto a funcionar gracias a una pieza creada específicamente para el elevador alicantino y que supuestamente evitará sus históricas y constantes averías técnicas. La nueva pieza a medida ha sido fabricada con una innovadora mezcla de vibranium y adamantium, según han explicado desde el Patronato Municipal de Turismo.
La concejala del área y también vicealcaldesa de la ciudad, Mari Carmen Sánchez, una de las más viajeras de la Corporación, se desplazó hasta Wakanda para obtener el vibranium, el material más resistente que existe en el planeta, aunque según la Wikipedia hay una variedad murciana, que le hubiera quedado más cerca:
El adamantium, por su parte, es una aleación de metal de extrema dureza, superior incluso al turrón de Alicante, y ha sido obtenida gracias a una donación de células muertas de la edil de Acción Social Julia Llopis tras someterse a un peeling facial.
Otros usos del vibrantium para Alicante
La novedosa combinación de ambos materiales ha permitido moldear la pieza que garantizará que el ascensor del Castillo de Santa Bárbara esté operativo siempre, sin importar si hace frío, calor, caen rayos, graniza, diluvia o todo a la vez en todas partes.
Fuentes municipales ya han avanzado que el alcalde de Alicante, Luis Barcala, que así se sigue llamando hasta el 28 de mayo, baraja usar esta aleación para cubrir con ella el conjunto escultórico de la Plaza de los Luceros, lo que permitiría llevar a cabo en ese emplazamiento tantas mascletás se deseen sin riesgo a que la obra de Bañuls se vea afectada.
Del mismo modo, el recubrimiento con capa de «vibrantium«, nombre con el que se ha venido a acuñar la mezcla de vibranium y adamantium, solucionaría los problemas de la Explanada de España al evitar la rotura de teselas.