Abre la taza del WC y se encuentra un banco de carabelas portuguesas

Carabelas portuguesas en el WC

Una vecina de la playa de San Juan se llevó un susto de muerte el mediodía del pasado viernes cuando al abrir la taza del váter para hacer sus necesidades se encontró con un banco de carabelas portuguesas.

La mujer, aterrorizada ante tan insólito hallazgo, cerró la tapa del WC y llamó al 112. «Yo no sabía si estaban vivas o muertas, pero al verlas ahí casi me cago encima, literalmente«, señaló.

Una dotación de Bomberos acudió a la vivienda y pudo comprobar que, en efecto, se trataba de un grupo de ejemplares de la temida especie que en los últimos días ha obligado al cierre de numerosas playas en las provincias de Alicante y Baleares.

Obviamente, al estar en agua dulce, estos peligrosos organismos marinos estaban muertos. Sin embargo, aunque desprendían un extraño fuerte olor, «no presentaban un aspecto putrefacto» sino todo lo contrario: lucían brillantes y con el profundo color azul violáceo que les caracteriza, indicaron los bomberos.

Así llegaron las carabelas portuguesas hasta el váter

Cómo fueron a parar allí las tóxicas Physalia physalis resultó un enigma hasta que una hora más tarde llegó a casa el marido, cargado con una nevera de playa llena de más unidades de estas falsas medusas.

El hombre, taxidermista de profesión, explicó a los bomberos que había estado «pescando» por el litoral alicantino ejemplares de las también llamadas «aguamalas» con el objetivo de disecarlas y añadirlas a su «completa colección de animales marinos».

Carabelas portuguesas
El taxidermista capturó ejemplares de carabela portuguesa para luego disecarlos

«El caso es que todas las que encontré eran más bien pequeñas, de modo que al llegar a casa decidí volver a buscar otras más grandes por otras zonas«, relató.

«Como necesitaba la nevera de playa para meter las que pudiera encontrar, no se me ocurrió otro sitio (en alusión al váter) donde dejar las que ya tenía», argumentó el taxidermista, que aclaró que «mi mujer en teoría no debería haber llegado a casa hasta la noche, pero le dio una gastroenteritis en el trabajo y se vino antes».

«Por suerte no me las cagó, que la pobre venía con diarrea», apuntó el disecador, que llegó a echar formol a la taza del WC para que los especímenes no se degradaran hasta su vuelta a la casa.

La concejala de Guanyar Marisol Moreno, ex edil de Protección Animal, ha anunciado que denunciará a este hombre «por capturar y asesinar seres vivos para practicar su sádica afición».

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