Las casas de apuestas de Alicante están cambiando su estrategia comercial y han empezado a establecer sus negocios offline en barracones para atraer de este modo al público joven, tan habituado a los mismos.
Este nuevo modelo de casas de apuestas prefabricadas les permite, además de esquivar las críticas por ubicar sus salones de juego a escasos metros de distancia de los centros escolares, multiplicar de forma mucho más rápida sus locales.
«Se trata de que los menores se sientan como en clase y así entren en el apasionante mundo de perder su paga semanal con la ilusa creencia de que van a hacerse ricos a nuestra costa», afirma mientras se frota las manos el dueño de una casa de apuestas de Alicante que prefiere mantenerse en el anonimato para no ser linchado por los padres.
Además, el formato barracón reúne la principal de las características que este tipo de locales de juego exigen: apenas deja entrar la luz natural ni tiene grandes ventanas, para que los que están dentro no sean conscientes del paso del tiempo ni tengan otras distracciones que no sea el juego.
Otra de las ventajas de los barracones es que si el político de turno, por un casual, se da cuenta de su existencia, tardará muchísimo tiempo en hacerlos desaparecer. «Estaría bueno que con nosotros actuasen con celeridad y, en cambio, tengan a los niños años y años metidos en ellos«, afirma el portavoz de la antes no citada casa de apuestas de Alicante.
La hipocresía en torno a las casas de apuestas
Mientras las cifras de beneficios de estos negocios se siguen disparando, la práctica totalidad de los medios de comunicación españoles no dejan de hacerse eco del daño social que generan, al mismo tiempo que permiten, sin ruborizarse ni un ápice, que éstos se publiciten en sus distintas plataformas e, incluso, patrocinen sus secciones deportivas.
De hecho, es muy probable que en esta misma página aparezcan anuncios de ese tipo de forma automática por el simple hecho de ser citadas en el texto. Os invitamos a no hacerles ni puto caso. De nada.
Y es que el señor Google, que te apercibe y/o te quita su publicidad de una página simplemente por citar la palabra sexo, no muestra por ahora el mismo prurito con el sector de las apuestas online.
