El científico ilicitano Francis Mojica ha batido esta semana el récord Guinness de aspirar a ganar premios Nobel sin lograr el galardón.
El profesor de la Universidad de Alicante, que se ha enterado de la noticia mientras miraba con el microscopio la letra pequeña de las bases de los récord Guinness, ha señalado en declaraciones a Viscalacant que no quiere hacerse ilusiones y que no festejará este premio «hasta tenerlo en mis manos».
Francis Mojica, que hoy tampoco ganó el Nobel de la Paz al que optaba por aguantar a la prensa con una eterna sonrisa y amabilidad mientras espera el resultado del resto de categorías del Nobel, está convencido de que los medios se cansarán antes que él.
El microbiólogo, artífice del descubrimiento del sistema de edición genética CRISPR, ha reconocido que está inmunizado ante la no concesión del Nobel.
«Lo importante es la salud. Además, después de cada vez que no me lo dan, me acaba llegando otro premio o distinción», asegura este merecido coleccionista de reconocimientos.
Mojica, hijo predilecto al que adoran hasta los hermanos no favoritos, tiene sospechas de que el hecho de hacerse llamar Francis le puede restar votos a la hora de obtener de una puñetera vez el Nobel.
«Igual resulta poco serio para la Academia Sueca, que se decanta más por los habituales Richard, Michael o Barry, o por el exotismo de nombres como Kazuo o Camilo José», indica el eterno aspirante.
Mientras tanto, por la Universidad de Alicante corre el rumor de que los suecos no están por la labor de otorgar el prestigioso reconocimiento a nadie de esta ciudad.
«No hay Ikea, no hay Nobel», escucharon algunas belleas de la expedición fogueril que junto a centenares de políticos viajaron a Goteborg en abril del pasado año en un avión tan lleno que también obtuvo un Guinness.