La confesión de un concejal: «Fumo porros durante los plenos telemáticos»

fumar porros durante los plenos

Un edil de un ayuntamiento de la provincia de Alicante, cuya identidad ha pedido mantener en secreto, ha confesado a este medio en exclusiva que aprovecha la celebración de los plenos municipales telemáticos a consecuencia de la pandemia para fumar porros.

«Son muy largos (los plenos), así que de vez en cuando apago la webcam o me salgo de plano para echar unas caladitas y así sobrevellevarlos mejor», sostiene este concejal varón, que suele hacer círculos con el humo, como se puede observar en algunos momentos de la retransmisión online de las sesiones de su localidad.

El uso de las videocoferencias para los plenos municipales y para las reuniones de los partidos, desde que la crisis del coronavirus obligara a suspenderlos presencialmente, nos viene dejado numerosas anécdotas y pilladas.

Desde un representante público de Torrelavega que aprovechó la sesión para darse una ducha, con tan mala suerte de que había dejado la cámara encendida y todo el mundo le vio desnudo, hasta otra de Elche que compareció mientras conducía, pasando por la de Molina de Segura que no cerró su micro y se le oyó dar instrucciones a un familiar sobre cómo preparar el desayuno, el recurso al mundo virtual está evidenciando que muchos no se toman demasiado en serio su trabajo.

También los hay que se entretienen con otras cosas, como un diputado argentino que ha presentado su renuncia tras besar una teta a su pareja durante una sesión virtual:

Mari Carmen y sus despistes

La vicealcaldesa de Alicante, Mari Carmen Sánchez, dejó patente en el pleno celebrado esta semana que, además de aburrirse, también se despista con facilidad.

En el siguiente vídeo puedes escuchar cómo no sabe ni para lo que le estaban pidiendo el voto, y eso que la sesión había comenzado pocos minutos antes.

Tras unos largos segundos de silencio, en los que el alcalde Luis Barcala le intentó echar un capote presumiendo que la pobre estaría hablando con el micro cerrado, la concejala de Ciudadanos entró con agobio, disculpándose y preguntando sobre qué se estaba votando. Estaba más perdida que las chanclas de la Castedo.

¿Estaría maquillándose para ir, como siempre, con un look perfecto? ¿Quizá poniéndose emoticonos en la cara en Instagram? ¿Acaso mirando el Whatsapp o el Facebook? ¿O decidiendo cómo va a aburrirse este fin de semana?

Sólo ella lo sabe, como sólo nosotros la identidad de quien confiesa fumar porros durante los plenos.

Venga, hasta luego, Mari Carmen.

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