El Ayuntamiento de Alicante, gobernado por el bipartito PP-Ciudadanos, ha permitido la colocación no vandálica de un cartel de publicidad en la recién repuesta placa de Miquel Grau, que fue asesinado por un fascista por pegar carteles del 9 de octubre en el año 1977.
El anuncio en cuestión es de Lanzarote, como el que también luce en las escaleras del TRAM en lugar de la bandera arcoíris. Una nueva muestra más de la sensibilidad social del gobierno alicantino, que por otro lado parece querer llevarse a los turistas de la ciudad a otra parte.
Esta polémica inserción publicitaria se suma al hecho de que el consistorio haya omitido en la placa de homenaje en la Plaza de los Luceros las circunstancias en que tuvo lugar el crimen. Solamente pone que fue asesinado y la fecha.
De este modo se queda en un memorial únicamente pensado para quien conozca la historia y sepa que un fascista le lanzó un ladrillo desde su balcón. Hasta las placas de algunas calles dan más información biográfica sobre la figura a la que recuerdan.
El concejal de Cultura Antonio Manresa, en un hueco libre que le ha quedado en su búsqueda de un director para el Teatro Principal, declaró a La Vanguardia que en «el troquel pone que fue asesinado y la fecha del hecho luctuoso». Y se quedó más ancho de lo que de ya es, por más que salga a correr algunas mañanas.
«Eso es lo más importante desde mi punto de vista», añade Manresa, quien no ve relevante reflejar que Miquel Grau fue la última víctima política de la transición democrática y fue asesinado por un ultraderechista.
«Encima que lo hemos escrito en valenciano y aún se queja la gente», se lamenta el culto concejal también responsable del área de Memoria Histórica.
Según ha podido saber Viscalacant, el edil barajó que en la reforzada tras tantos actos vandálicos placa de Miquel Grau pusiera que «le cayó un meteorito del cielo», pero lo descartó al entender que la ciudadanía de Alicante no posee su misma capacidad metafórica.
