Alicantinas, alicantinos y personas a las que odia Hazte Oír: Si queréis dejar atrás el Alicante que os están haciendo creer que es real, no tenéis más que ir a la puerta de salida de Matrix que ha aparecido justo enfrente del Mercado Central.
(¿Que qué es Matrix? Tú, el que ha preguntado, te ves la trilogía y luego vuelves)
Como seguramente no habréis visto una antes, la puerta tiene el aspecto de la imagen de arriba.
Cabina de teléfono se llama esa tecnología que conecta mundos paralelos (paralelos, así, todo junto).
El procedimiento es muy sencillo: esperáis hasta que suene y descolgáis el teléfono. No tiene buzón de voz, así que no os preocupéis de que os vaya a saltar.
A partir de ese momento, cambiaréis de dimensión, se acabó ese sueño pesadillesco.
Vuestra ciudad no estará gobernada nunca más por Trinity (tripartito), mucho menos por Sonia Castedo o Díaz Alperi, quienes (como el agente Smith) eran la misma persona con distinto cuerpo. Muy distinto, sí.
Nada de eso, queridos Neos y Neas. Los designios de Sion (Alicante) estarán regidos por vosotros mismos, por el sentido común y el del humor, y por el amor a una ciudad por encima de cualquier interés particular.
La Explanada será tan amplia como quiera vuestra imaginación, una imaginación que podrá levantar puentes con solo pensarlo y a coste neuronal cero. Chúpate esa, Gabi.
Los peces no tendréis que verlos forzando la vista en un acuario oscuro, sino en un mar transparente, con rampas y lleno de cruceros.
Habrá salas de cine como las antiguas, incluidos los Astoria de ese ciudadano real, pero tan de ficción, como es Paco Huesca.
Los parques serán verdes, Ikea se instalará en Rabasa, la gente escribirá bien Maisonnave y las Hogueras empezarán a reírse de sí mismas.
Que no os engañen con oráculos, ni os confundan con pastillas de la marca blanca del Mercadona.
Esta es vuestra última oportunidad. Después de esto, no hay vuelta atrás. Tomad la píldora azul: el cuento termina, despertáis en vuestra cama y creeréis lo que queráis creer.
Tomad la píldora roja: permanecéis en el país de las pesadillas, con Enrique Ortiz aún en el Hércules, con el Elche CF en Primera; con el Lucentum tratando de no morir; y os mostraré qué tan profundo llega la madriguera.
Quedan menos de dos años de travesía, pero pueden ser dos meses, dos días, dos minutos o dos segundos. Al fin y al cabo, ¿qué es el tiempo aparte del motor de nuestro turismo?
Recordad, todo lo que os estoy ofreciendo es la verdad, nada más. Matrix en Alicante.