Ni insecticidas, ni mosquiteras, ni velas, ni pulseritas, ni parches, ni lámparas, ni ultrasonidos… El mejor remedio contra los mosquitos es… ¡tener a tu suegra en casa!
Así lo defiende un estudio científico llevado a cabo por el departamento de Entomología de la Universidad de Alicante (UA) en el que se asegura que la madre de tu pareja también repele a tan incordiantes insectos.
«Ahora cada persona únicamente tiene que decidir qué le molesta más tener en casa», indica con sorna el profesor Agustín Morales, uno de los responsables del hallazgo.
El estudio se desarrolló a lo largo de los tres últimos veranos y en él participaron un total de veinte suegras reclutadas a la salida del bingo Gorrión.
Las participantes en el experimento durmieron en pleno mes de agosto, durante una semana y con las ventanas abiertas, en unas habitaciones habilitadas en barracones situados estratégicamente junto al estanque de los patos del campus alicantino.
Los encargados de monitorizar desde fuera de los barracones con sensores biométricos los datos de entrada y salida de los insectos fueron acribillados a picaduras por los mosquitos, sobre todo por los de la variedad del mosquito tigre, mientras que ni una sola de las suegras amanecía con comezón.
Los resultados llevaron a analizar la sangre de estas mujeres y su estudio concluyó que poseen una enzima distinta a la del resto de los seres humanos, que se ha bautizado como cansinarasa y que ahuyenta a los mosquitos.
La noticia, de la que ya se han hecho eco medios internacionales, ha caído como un jarro de agua hirviendo para millones de yernos y nueras de todo el mundo.
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