El alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, que ayer calificó de «absolutamente normal» que la Fiscalía Anticorrupción haya abierto diligencias a raíz de la denuncia presentada por el PP por el presunto fraccionamiento de facturas en la Concejalía de Comercio, ha anunciado hoy a sus círculos más íntimos cuál será su estrategia en caso de ser procesado por este caso.
Según ha podido saber Viscalacant, el primer edil, abogado de profesión, aducirá llegado el caso que no sabe dividir y aportará como prueba de tal afirmación «la sólida e indisoluble unidad del tripartito» que él encabeza.
«Yo solo sé sumar y multiplicar, señor juez, pero de fracciones nasti de plasti», dicen que dijo el alcalde que diría si finalmente tuviera que decir algo.
Las mismas fuentes señalaron que donde no las tiene consigo es en su idea de que sus socios de gobierno, Miguel Ángel Pavón y Natxo Bellido, declararan como testigos para corroborar que eso de dividir no va con él.
Las malas lenguas han llegado a decir que Echávarri habría llamado a su amiga Sonia Castedo para que le explicara cómo salir airoso y rebonico de tantas presuntas presunciones.
Las lenguas todavía peores añaden que la exalcaldesa le habría remitido a Enrique Ortiz.
En el hipotético caso de que Echávarri tuviera que sentarse en el banquillo de los acusados, Alicante batiría otro récord Guinness: el de fiscales obsesionados con ensuciar el buen nombre y mejor hacer de los dirigentes de la ciudad.
¿Y tú cómo crees que acabará el caso de las facturas de Comercio? Qué pena tendrá el alcalde.