El todavía alcalde Grubriel Echávarri ha presentado hoy su plan de contingencia para poder seguir gobernando Alicante en el caso de que sus socios de Compromís y Guanyar cumplan el anuncio de romper el tripartito ante su negativa a dimitir tras ser investigado judicialmente por el presunto fraccionamiento de contratos de Comercio.
El socialista, que hace sólo cuatro meses afirmaba en un medio de comunicación que era inviable gobernar la ciudad con solo seis concejales, una vez más ha defecado sobre sus propias palabras y, al verse más solo que la Guardia Civil en un pueblo catalán independentista, ha comunicado que contará con un ejército de Minions para afrontar «el triple de trabajo» que se le viene encima a él y sus compañeros si se consuma la fractura del pacto de gobierno.
Echávarri, Gru para los amigos (nadie le llama así), ha realizado un proceso de selección de Minions después de la pertinente convocatoria pública, porque él nunca elige a nadie a dedo (aunque donde dice digo, dice Maroto), ni mucho menos por cuñadismo, y siempre prima «la igualdad, el mérito y la capacidad«.
Aquí vemos una imagen del casting de los Minions finalistas, a quienes se les ha prometido que algún día podrán llegar a ser nombrados directores generales de algo:
La labor de los Minions será muy importante, pues entre las tareas que les serán encomendadas figura el uso de la firma electrónica del alcalde, el adjudicar contratos por su cuenta o el disfrute de coche oficial. Incluso puede que algunos lleguen a calentar su butaca del palco del Rico Pérez en los meses de frío.
Los simpáticos y risueños seres amarillos que ayudarán a Echávarri a aferrarse al cargo durante el tiempo que resta de legislatura deben saber, eso sí, que pueden ser objeto de denuncias judiciales por parte del portavoz del PP Luis Barcala, su villano favorito, además de las que puedan llegar de sus hoy aún socios. En este sentido, está al caer la de Marisol Moreno por considerar explotación animal el uso de los Minions para tareas políticas.