La política alicantina vuelve a estar en los juzgados, si es que alguna vez ha dejado de estarlo en las últimas décadas. El grupo socialista en el Ayuntamiento de Alicante, comandado por el revolucionario Paco Sanguino, ha llevado a la Fiscalía lo que considera un caso de «falsedad documental».
El socialistísimo Sanguino ha decidido, por fin, aparcar la palabra para emprender la acción. Acompañado por los ediles de su grupo, armados todos ellos hasta los dientes, el experto en teatro ha escenificado una declaración institucional de guerra contra el secretario del pleno y contra el propio alcalde Luis Barcala por haber «reconvertido» las mociones de su formación en declaraciones institucionales sin su «consentimiento».
El secretario del pleno, conocido en algunos círculos municipales como el actor secundario Bob (ver imagen de abajo), no permitió a los socialistas presentar una moción de urgencia para crear una comisión de investigación sobre su actuación, con el argumento de que habían presentado ya el máximo permitido, aunque los de la rosa y el puño no reconocían esas iniciativas al haber sido alteradas, según su versión.
Un puto lío de pescadilla que se muerde la cola y que los alicantinos siguen con más interés que «Supervivientes» y «La isla de los cornudos» juntos.
Mientras tanto, el portavoz de Compromís Natxo Bellido, que hoy s’ha pixat de la risa en un acto (ver imagen de abajo), está grabando un vídeo donde moverá las manos de arriba a abajo mientras dice cosas.
Por su parte, la persona Xavi López, de Unidas Podemos, estudia sumarse a la denuncia de los y las socialistas para acabar con la barcalocracia en los plenos, que hurta el debate político y convierte esas maratonianas jornadas en unos truños más aburridos e inútiles que de costumbre, que no es decir poco.
¿Y a todo esto qué dice Barcala? Nada, manda a Mari Carmen de España a contestar a Sanguino con la cantinela habitual de que no se entera, no trabaja, hace el ridi, etc. La otra Mari Carmen sonríe y posa. Los de Vox, como siempre, facheando.
Alicante, 28 de febrero de 2020, aunque podríamos poner cualquier fecha anterior y contemplar exactamente los mismos dimes y diretes, yo te denuncio, tú me denuncias y demás debates estériles con estos u otros protagonistas.
Lo peor es que el futuro no pinta mejor para esta pobre ciudad.