La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reconocido hoy que «no descarta» que el coronavirus se transmita también a través de las ventosidades humanas.
Este sorprendente anuncio se produce sólo unas horas después de que acabase admitiendo, contra lo que defendía hasta ahora, que el virus se puede propagar por el aire en lugares cerrados donde haya multitud de personas.
«Las pequeñas partículas suspendidas en el aire por las que puede viajar el virus creemos que también son expelidas a través del ano de las personas contagiadas en forma de gases», ha explicado el portavoz de la OMS Christian Lindmeier.
Aun así, matiza, las circunstancias en las que se podría producir un contagio debido a una flatulencia «son muy específicas y excepcionales».
Lindmeier ha concretado que un posible escenario sería «por poner un ejemplo, un ascensor en el que vayan varias personas, alguna de las cuales tenga Covid-19 y deje escapar una ventosidad, siendo ésta inhalada por los demás si no llevan mascarilla».
También puede ocurrir que «el hedor, del que no protege la mascarilla, haga que los viajeros se la bajen para taparse la nariz con los dedos, un gesto que puede ser otro factor añadido de contagio si han tocado previamente alguna superficie contaminada», ha apuntado el portavoz.
La OMS ha recomendado, ante este nuevo posible foco de contagios, que la gente suba y baje por las escaleras, con al menos tres o cuatro escalones de distancia social.
Moderar el consumo de alimentos flatulentos
Los expertos de la Organización Mundial de la Salud piden a los pacientes con Covid-19 que eviten, por un lado, permanecer en lugares cerrados y poco ventilados, y por otro, que moderen el consumo de alimentos que provocan gases, como legumbres, cereales, tubérculos y verduras como la coliflor o las espinacas.
En última instancia, el mismísimo director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha afirmado que, aunque los tejidos de la ropa actúan como barrera, «cabría pensar en la conveniencia de que los enfermos se pusieran adicionalmente mascarillas en el trasero como un gesto de solidaridad para con las personas que están sanas».
La OMS estudiará ahora también si los pedos en las piscinas podrían llegar a contaminar el agua, extremo que de confirmarse supondría este verano un elevado número de rebrotes de coronavirus en las urbanizaciones.
Tras conocer estas noticias de la OMS, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, se ha apresurado a decir que en «España no hay riesgo de infectarse» de esta nueva cepa anal del coronavirus, a pesar de haberse detectado un caso en Francia y otro en Alemania:
