El fichaje estrella de la socialista Ana Barceló para la lista de su candidatura para la Alcaldía de Alicante ha sido el ex futbolista Eduardo Rodríguez. El máximo goleador de la historia del Hércules ocupa el cuarto lugar en la lista de Ana Barceló ya refrendada por la ejecutiva local por lo que, salvo una mayúscula debacle electoral de los del puño y la rosa, será concejal durante la próxima legislatura.
El que también fuera director deportivo del Intercity, hombre de pocas palabras, se incorpora así a la política alicantina, como ya hicieran la judoka y medallista olímpica Isabel Fernández o la jugadora de balonmano Marisa Gayo, aunque en este caso ambas bajo las siglas del Partido Popular.
El movimiento de Barceló trata de atraer así el voto del herculanismo y supone, además, un golpe para el PP, puesto que el recordado delantero recibió a finales del pasado mes de septiembre el título honorífico de «Alicantino de Adopción 2022» entre los elogios del aspirante popular a la presidencia de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, y de Luis Barcala, quien opta a revalidar como primer edil de la ciudad por el PP.
Rodríguez, siempre en el corazón de los populares
«Eduardo, estarás siempre en nuestros corazones«, proclamaba el presidente de la Diputación y también concejal alicantino. «¡Viva Alacant y Macho Hércules!», finalizaba Rodríguez en un castellano valencianizado o valenciano castellanizado su discurso de agradecimiento.
Según ha podido saber Viscalacant, el hombre que mece (¿mecía?) la cuna en el PSOE de Alicante, Ángel Franco, intentó convencer a Barceló de que llevara en la lista a otro ex goleador herculano: Javier Portillo.
Sin embargo, la que fue consellera de Sanidad durante la pandemia desoyó los dictados del ex senador tras una llamada del ex alcalde socialista Gabriel Echávarri, quien la conminó a continuar con su faraónica promesa electoral, interrumpida por su obligada dimisión, de pedir a la Generalitat que intervenga el club.
Y es que la que fuera alcaldesa de Sax, además, se enteró durante uno de sus garbeos por las rutas «Ana Barceló Maps», charlando con unos alicantinos de pura cepa, de que Portillo es yerno de Enrique Ortiz, hecho que desconocía porque ella no lee la prensa rosa y de fútbol sabe lo mismo que el máximo accionista del Hércules.