Irene Montero propondrá que la prueba del pañuelo sea considerada violación

PRUEBA DEL PAÑUELO GITANAS

La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha anunciado que su departamento promoverá que la prueba del pañuelo, el rito gitano previo a una boda consistente en que una mujer, la ajuntadora, introduce con su dedo una tela en la vagina de la novia en presencia de otras mujeres casadas para demostrar que es virgen, sea considerado una agresión sexual.

La política de Unidas Podemos considera que se trata de «una práctica patriarcal que atenta contra la dignidad moral y la integridad física de las jóvenes y que, por tanto, debe ser prohibida y erradicada».

La decisión de Montero, un ejemplo de coherencia con su ideología feminista, ha provocado un terremoto en la etnia gitana, desde donde ya le han llegado insultos de todo tipo e incluso amenazas de muerte.

¿La prueba del pañuelo es un delito?

Sin embargo, la ministra ha sido clara y contundente al afirmar que realizar la tradición gitana de la prueba del pañuelo es un delito recogido en el artículo 179 del Código Penal:

«Cuando la agresión sexual consista en acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal, o introducción de objetos por alguna de las dos primeras vías, el responsable será castigado, como reo de violación, con la pena de prisión de seis a doce años».

Aunque ha habido voces que le han recordado que en este caso hay «consentimiento» por parte de la víctima, Irene Montero ha apuntado que «la presión social y familiar obliga a que estas jóvenes, a menudo menores de edad, acepten este anacrónico y bárbaro ritual».

Deshonra y discriminación

Un gitano muestra orgulloso el pañuelo de la novia
Un gitano muestra orgulloso el pañuelo de la novia.

Además, si el resultado de la prueba del pañuelo es negativo la joven queda deshonrada en público, mientras que el hombre gitano no está obligado a realizarse ninguna prueba de virginidad.

Montero, que el año pasado otorgó una subvención (una más) de tres millones de euros a la Fundación Secretariado Gitano, parece dispuesta a ayudar a las mujeres racializadas de esa etnia, donde a menudo se producen bodas de conveniencia, aunque ello le suponga enfrentarse a la denominada ley gitana, donde el acatamiento de la autoridad paterna es su máxima.

Es de esperar que tras esta cruzada y cuando consiga que todos los españoles practiquen sexo con sus parejas cuando estas tienen la regla, Irene Montero inicie otra en contra del velo islámico con el tesón que le caracteriza.

Foto superior: Cuatro.com

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