«Hace prácticamente año y medio estuve en Madrid en la sede de Pullmantur ofreciendo Alicante como… como puerto base. Eh, hoy, año y medio después de aquella visita anónima que casi nadie comprendía, y después de muchísimo trabajo de muchísima gente, mañana (por hoy) tenemos un récord de cruceristas, cruceristas en la ciudad. Detrás de cada éxito hay muchísimo trabajo de muchísimas personas«.
Son las anónimas palabras de nadie pronunciadas en ningún sitio. Escúchenlas con atención:
Tras oír el corte de voz, Viscalacant está en disposición de asegurar que quien pronuncia esas palabras no es un don nadie cualquiera, sino todo un excelentísimo señor don alguien.
En concreto, el alcalde de nuestra ciudad, Gabriel Echávarri, quien desde su humilde humildad intenta quitarse mérito por la marca histórica de cuatro cruceros en un mismo día registrada hoy en Alicante.
Tanta es su modestia que llega a tacharse a sí mismo de anónimo e, incluso, de incomprendido.
Es más, el protagonista de «Cuatro cruceros y una terminal» (en la imagen superior junto a la edil de Turismo y Playas, Eva Montesinos) sostiene que detrás de cada éxito está el enorme trabajo de una gran cantidad de personas, cuando en realidad quien viajó hasta la capital de España fue él, como sabemos todos gracias a una fuente más anónima que el autor de El Lazarillo de Tormes.
Sin la proverbial visita anónima del socialista a Pullmantur, que hizo como quien pasa por la puerta y entra sin llamar, jamás Alicante habría tenido hoy por sus calles a casi 8.000 cruceristas gastándose las perras como si no hubiera mañana (algunos de ellos, los más viciosos, en el casino con el que se topan nada más salir de la terminal).
El alcalde prosiguió con su discurso, aunque éste fue haciéndose anónimamente cada vez más autocomplaciente.
Así las cosas, Echávarri se vino arriba y llegó a afirmar que gracias a su anónima labor, a su incansable trabajo no siempre reconocido ni respaldado por sus socios de gobierno, el litoral alicantino ha recibido la visita de centenares de inmigrantes llegados en patera.
«Podrían elegir llegar a otro sitio para ser repatriados, pero escogen venir a nuestra ciudad no por azar, sino porque Alicante está de moda. Me lo dijo un taxista en Madrid, ya no se nos identifica por la corrupción del PP», reseñó el primer edil, quien incidió en que «menos a los suecos sin puestos de primer nivel, recibimos a todo el mundo con los brazos abiertos, ya lleguen por tierra, mar o aire«.