La Justicia es ciega, lenta y, aunque no lo parezca, caprichosa. Tanto es así que en Alicante podría producirse una situación impensable si por esas cosas que tiene el destino llegasen a coincidir en los juzgados los ex alcaldes del PP Luis Díaz Alperi y Sonia Castedo con el actual primer edil, el socialista Gabriel Echávarri, además del empresario Enrique Ortiz, entre otros.
Esta hipotética estampa de Alicante (que podría ocurrir en el tiempo o en el espacio) estaría en las antípodas de lo deseado por el actual equipo de gobierno, que quería a toda costa limpiar la imagen de la ciudad, tan asociada a la corrupción durante los largos años de mandato de los populares. Devolver a los alicantinos el orgullo de serlo, decía Echávarri antes de reconciliarse con Castedo.
Para el que aún no se haya enterado, un tribunal ha confirmado el procesamiento de Castedo por beneficiar presuntamente a Ortiz en el diseño del Plan General de Ordenación Urbana de Alicante. Ambos se sentarán en el banquillo junto a Alperi y otros seis implicados por esta rama del caso Brugal.
Mientras, el actual alcalde de Alicante está siendo investigado por dos presuntos delitos de prevaricación en sendos casos distintos. Por un lado, por el despido por venganza de la cuñada del portavoz municipal del PP, Luis Barcala, que llevó a dos dirigentes vecinales, José Luis Valdés y José María Hernández, a denunciar al regidor por tal acción arbitraria y por mantener a personal interino de forma irregular en el Ayuntamiento.
El segundo caso es el fraccionamiento de los contratos de Comercio, sobre el que el juez ha abierto ya diligencias tras admitir a trámite la denuncia del PP.
El grupo municipal de Ciudadanos también ha acudido hoy mismo a los juzgados para denunciar al alcalde, y ha incluido en la demanda al jefe del gabinete Lalo Díez y el asesor Pedro de Gea. Más caras para poder coincidir en los juzgados. La formación naranja les acusa de los delitos de prevaricación, usurpación de funciones y falsedad documental.
Aunque las instancias judiciales y las causas y momentos procesales son diferentes en el caso de los populares, que llevan siete años dilatando todo con recursos, y de los socialistas, que no están imputados hasta la fecha y aseguran querer colaborar con la Justicia, la foto de los ex dirigentes de la ciudad y del actual alcalde y parte de su equipo metidos todos ellos en líos de tribunales quedaría para los anales de la historia de Alicante.
Para los anales pero de los de quedar como el culo, vamos. Alicante está de moda, sí. Sobre todo por cómo van desfilando nuestros gobernantes por las pasarelas de los juzgados. Entre unos y otros, la cosa está guapa, guapa, guapa.