El grupo municipal de Compromís, tras apoyar a Guanyar en su bloqueo a la prórroga del contrato solicitada por la empresa que gestiona la Plaza de Toros de Alicante, ha anunciado su intención de que el coso acoja partidos de pilota valenciana y exhibiciones de muixerangas, ambas actividades «con una gran raigambre histórica en la ciudad».
La propuesta contempla que el recinto municipal sea sede permanente de la Muixeranga d’Alacant para que pueda ensayar allí sus figuras y torres humanas, así como la instalación de un trinquet para poder celebrar campeonatos de escala i corda y raspall de pilota valenciana.
Las muixerangas, acusadas por muchos de ser plagios de los castellers de Cataluña, son en realidad su antecedente histórico. En concreto, la Muixeranga de Algemesí, con la que está en permanente contacto la Muixeranga d’Alacant para aprender de los maestros.
Se da la paradójica circunstancia de que las muixerangas nacieron inspiradas en la costumbre de subir a hombros a los toreros triunfantes. Unos aficionados taurinos pensaron hace décadas que si había que homenajear a más de un diestro lo suyo sería que fueran uno encima del otro.
Y así, tras una pletórica tarde de tauromaquia, surgió la primera muixeranga, que luego evolucionó hasta lo que hoy es un símbolo de Cataluña.
El anuncio de Compromís se produce cuando el PSOE iba a elevar a la Junta de Gobierno local la iniciativa para ampliar por dos años el contrato a la actual empresa adjudicataria. Estamos ante otro nuevo conflicto en la casa de los líos que es el Ayuntamiento.
El portavoz de Compromís y edil de Presidencia, Natxo Bellido, ha dado una nueva muestra de su habilidad de ponerse de perfil al entonar un toros sí, pero no.
Su partido aboga por «una nueva concepción de este recinto municipal, destinado a ser un espacio multiusos y dedicado de forma preferente a espectáculos culturales, festivos y de interés ciudadano». «Podriem fer una tomatina, però amb coca amb tonyina, per exemple», apunta Bellido.
El político nacionalista defiende cerrar la Escuela Taurina Municipal y la lobotomización de todos sus alumnos, pero aunque su formación se declara contraria a los toros, no se atreve a prohibir «actividades que estén recogidas en el ordenamiento jurídico vigente», como els bous al carrer o a la mar.
El respeto y acatamiento de las órdenes judiciales por parte de Compromís ha quedado evidenciado con el tema del plurilingüismo de Marzà.
¿Y qué dice de todo este entuerto el alcalde? Pues Gabriel Echávarri lo fía todo al poderoso caballero don dinero. El socialista ha manifestado que «los toros se van a acabar», pero será «cuando nadie vaya a la plaza» y el empresario pierda dinero.
En toda una exhibición de principios, el primer edil justifica la continuidad de las corridas de toros recordando el impacto económico de la Feria de Hogueras en 2016, en la que José Tomás fue el gran reclamo.
En este punto, Echávarri cree que recuperar la lucha de gladiadores o hacer una casa de Gran Hermano en el coso taurino podrían ser un buena fuente de ingresos. «Ahí dejo eso», soltó el regidor.
El más coherente en este asunto desde el principio ha sido el vicealcalde y portavoz de Guanyar, Miguel Ángel Pavón, que nunca ha ocultado el rechazo frontal de su partido a los festejos taurinos por considerarlos un maltrato animal.
La coalición de izquierdas quiere llevar a lo literal la cuadratura del círculo al proponer demoler la Plaza de Toros y construir en el mismo terreno un centro con forma cuadrangular para «hacer olvidar la barbarie que durante años se ha perpetuado en la arena y en los tendidos de esas esferas de la muerte».
Su futuro uso, si bien tendría que someterse a debate, podría ser para un albergue de animales, un centro de recuperación de la memoria histórica o para conferencias de tuiteros que ofenden a nivel leyenda, según fuentes de esta formación.
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